Por: Mesa Vivienda y Servicios Públicos Domiciliarios Comuna 8
El barrio Golondrinas está ubicado
en la parte alta de la comuna 8, en las faldas del cerro Pan de Azúcar, y
limita con los barrios Altos de la Torre y Llanaditas. Buena parte de su
territorio se encuentra por fuera del “perímetro urbano” según el POT (Plan de
Ordenamiento Territorial) de Medellín, por lo tanto figura como área rural del
corregimiento de Santa Elena. Dicha clasificación del suelo ha impedido que se
puedan hacer diferentes obras de infraestructura como el arreglo de la vía
principal o la construcción de un jardín infantil, y menos aún mejoramientos de
vivienda.
El tanque de EPM
Actualmente en el barrio se están
adecuando las redes de acueducto y alcantarillado como parte de una obra de
“mitigación del riesgo”, contrato que ejecuta las EPM en convenio con las JAC
del sector. Este proyecto fue luchado y ganado por las comunidades a través de
un proceso de movilización social, cuando se estaba definiendo el Plan de
Desarrollo Municipal 2008-2011, donde fueron priorizados más de 10 mil millones
para la construcción de dicho acueducto.
En estos momentos las EPM tienen la
idea de construir un tanque de almacenamiento de agua para este acueducto. El
problema radica en que en ningún momento le han consultado a la comunidad cuál
sería el sitio más adecuado para su ubicación, entonces es casi como una
imposición, ya que donde se pretende hacerlo habitan 37 familias que llevan
viviendo allí más 15 años. No entendemos porque lo quieren hacer allí, si
pueden haber otros terrenos disponibles, por ejemplo, podrían hacerse más
arriba en el sitio conocido como “La Fonda”. Como dice una vecina del sector:
“Si ellos lo hacen donde hoy están las casas es prácticamente por sacarnos”.
EPM a través de la “Corporación
Avalúos” ha estado midiendo y
fotografiando los predios que se “indemnizarían”, con el fin de no pagar las
mejoras que se hagan a las viviendas hasta el momento del posible desalojo. Las
fotos que estuvo tomando la empresa crearon zozobra en la comunidad y violaron
el derecho a la intimidad, entrando a las viviendas donde solamente habitaban
menores de edad. Es muy importante que la gente no se deje tomar fotos porque
no se saben para que sean utilizadas después.
La cuestión es que a nosotros nos
dicen que estamos en “alto riesgo”, pero entonces ¿cómo piensan realizar esta obra en el
barrio? Por ejemplo a doña Rosalba le llego una carta de Planeación Municipal
diciéndole que su predio estaba ubicado en “suelo de protección” y que según el
artículo 116 y 120 del POT, su casa corresponde a una zona de alto riesgo no
recuperable. Pero ¿no es en el mismo lugar donde se pretende construir el
tanque? ¿Acaso un tanque que almacenaría más de 3.000 litros de agua no pesa
más que 37 viviendas? Definitivamente estamos es en zonas de “alto costo” y la
Administración no lo quiere reconocer.
El Plan Bordes de la EDU.
Este plan junto al proyecto de “Más
Bosques” de la Secretaria de Medio Ambiente implican hacer una línea imaginaria
con unas obras concretas que dividan el área urbana de la rural; a la final lo
que se pretende es que de la “Cancha de Tavo” para arriba no hayan más casas,
por eso se van a construir algunos parques y unas estatuas en diferentes puntos
de la parte alta de la comuna 8. La
comunidad es muy poco lo que conoce de dicho plan y los proyectos específicos
que tocaran al barrio. Se cree que este proyecto afectaría a más de 150
familias, especialmente las que se ubican en la parte alta, hasta lo que
conocemos como “La Fonda”.
El EDU tiene en proyecto la
construcción del “Ecoparque Llanaditas”, cuyo rubro supera los 2.500 millones
de pesos y donde se desalojaran por lo menos 22 viviendas. Pero de que nos
sirve un parque, si a nosotros que hemos vivido tanto tiempo aquí nos sacan, y
por lo tanto no lo podemos gozar. Prácticamente la comunidad no va tener un
beneficio directo y las viviendas van a continuar en mal estado, creemos que
eso es discriminación. Además que sacamos con un parque muy bonito y unas casas
bien feas a su alrededor, esto resultaría en un sin sentido.
Para poder adelantarnos a dichos
proyectos, primero hay que hacer una lista con las personas y familias que se
verán afectadas, mirar cuántas personas vulnerables habitan el territorio,
cuántos menores de edad y mayores de 60 años, cabezas de hogar y
discapacitados, además de la condición de desplazamiento. Esto da mayor peso a
las propuestas y argumentos jurídicos a nuestro favor para que no nos vayan a
desalojar.
Pero para poder reclamar nuestros
derechos de manera conjunta y hacer oposición a estos proyectos es necesario
organizarnos. Hasta el momento cada uno ha jalado por donde ha podido y ha
tratado de solucionar su problema o dificultad de manera individual,
necesitamos juntarnos. Este es un problema que necesita resolverse en
comunidad. Es bueno seguir abriendo espacios de reunión y debate y poder darles
continuidad.
Se propone citar a EPM, al EDU y a
“Más Bosques” a una reunión al barrio, donde estas instituciones den la cara y
expliquen sus proyectos; necesitamos saber con imágenes y planos que es lo que
se va a realizar, así mismo a qué nos atenemos y qué beneficios y perjuicios
trae para nosotros. Posteriormente es necesario sentarlos en una Mesa de
Negociación Colectiva con la Comunidad del barrio Golondrinas, donde
definiremos cuáles serán los mejores proyectos para el desarrollo del
territorio, teniendo en cuenta las ideas de la gente que habita el lugar.
Exigencias y propuestas de la comunidad.
1. No se permitirá el desalojo de
ningún hogar. Se está de acuerdo con la construcción de las obras mientras no
se genere ningún tipo de desplazamiento de la comunidad. Se respetaran a las
familias que están viviendo acá y se asegurará que no los vayan a sacar; muchos
tienen casas muy bonitas como para que las vayan a tumbar de la noche a la
mañana para hacer un tanque o un parque. “Vale más cualquier comunidad que una
obra de infraestructura, muy elegante y muy bonitas las obras, pero ¿las
personas qué? Nadie puede comer parque”.
2. Paralelamente se deben realizar
obras de mitigación de riesgos, como la construcción de muros de rehabilitación,
adecuación de senderos y escalas, y canalización de aguas lluvias; y lo más
importante, mejoramientos de vivienda, que es la verdadera necesidad de la
comunidad.
3. Evaluar nuevamente el terreno
donde van a ubicar el tanque, tanto técnicamente (si el terreno es propicio),
como socialmente (que no afecte a muchas familias), así mismo los proyecto del
Plan de Bordes y Más Bosques; estas obras deberán hacerse en la parte más alta
del barrio para que no afecte a muchas familias y concertar con la comunidad
los nuevos sitios propuestos.
4. Si por alguna medida y como
última opción tiene que haber algún afectado y es necesaria su reubicación, a
la familia la deben reasentar en el mismo barrio o comuna. La exigencia es que
se reciba casa por casa (puede ser usada) con escrituras y llaves, y sin ningún
tipo de recargo económico. La negociación deberá ser de manera colectiva, más
no individual.
5. En este territorio hay muchas
parcelas, existen familias que tienen garantizada su seguridad alimentaria; y
antes que sacarlas deberán fortalecerse. Se está sembrando café, maíz, papa y
se tienen animales, entonces ¿cómo los van a desalojar? si se desplazan se
afectará su derecho a la alimentación. A su vez con las huertas se genera
estabilidad en el terreno y se reduce el riesgo.
Muy bacano el proceso de información sobre el despojo en los barrios de Medellín
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