viernes, 17 de febrero de 2012

Exigencias de la Mesa Interbarrial por el Derecho a una Vivienda Digna


Estas son algunas de las propuestas que ponemos a discusión de las comunidades a la hora de abordar posibles soluciones a los problemas de vivienda que golpean a la ciudad. Pueden ser viables en la medida que exista una articulación de trabajos y esfuerzos para su exigencia. Para ello es importante organizarnos en nuestro territorio y con el resto de comunas generando lazos de unión comunitaria.

Lo primero que queremos resaltar es que las Viviendas de Interés Prioritario (VIP) y Viviendas de Interés Social (VIS) de menos de 50 metros cuadrados no satisfacen las necesidades habitacionales que tenemos muchos pobladores de los barrios, por lo tanto proponemos que sean Viviendas Populares Dignas (VPD) que tengan por lo menos 70 metros cuadrados, en base a lo que ha definido la ONU como vivienda digna.
La construcción de planes y proyectos comunitarios para la realización de Viviendas Populares Dignas (VPD) deben ser diseñados por las comunidades y con carácter de autoconstrucción. Debemos priorizar la gestión de los terrenos necesarios y buscar recursos de financiación a nivel nacional e internacional.

Las siguientes exigencias y/o alternativas están referidas al restablecimiento de los derechos a  aquellas familias ubicadas en zonas precarias, periféricas o “asentamientos subnormales”,  y a los hogares afectados por el invierno o los planes de intervención urbanística de las administraciones municipales que desplazan a la población.


Propuestas para las zonas precarias:

1. Mejoramientos integrales de vivienda, con una planeación específica y mayor destinación de recursos anuales por parte de la Administración municipal para tal fin. Resaltamos como urgente los mejoramientos de baños y cocinas, así como las condiciones mínimas de sismo- resistencia.
2. Construcción  de muros de rehabilitación de viviendas y terrenos, muros de contención, senderos y escalas pavimentados con cunetas y alcantarillados para aguas negras y lluvias y arborización de zonas críticas en aras de la estabilidad de los terrenos y que no se nos declare como zonas de alto riesgo sino de alto costo con necesidad de inversión social.
3. Mayor equipamiento urbanístico, sedes para restaurantes comunitarios, sedes comunitarias y para la atención y prevención de riesgos, parques infantiles, jardines infantiles y colegios, bibliotecas populares, espacios de recreo-deportes y mejoramiento de las vías de acceso. Se debe buscar impactar las necesidades más sentidas de las comunidades.
4. Estudio de regularización y legalización de predios en nuestros territorios, así mismo ampliación del perímetro urbano en donde existentes asentamientos humanos, como exigencia de inclusión frente al derecho a la ciudad, ya que esto permitiría mayores intervenciones en estas zonas.
5. Proyectos de construcción de viviendas populares dignas (VPD) a corto y mediano plazo, que sean consultados con las comunidades y el valor de las viviendas más los intereses por mora que esto acarree debe ser asumido 100% por el Estado, ya que la comunidad carece de recursos económicos y de estabilidad laboral. Así mismo que esta política quede incluida como un proyecto estratégico dentro del nuevo Plan de Desarrollo.


Propuestas para los afectados por intervenciones urbanísticas:

1. La planificación de la ciudad no debe vulnerar aún más las condiciones de vida de los sectores más deprimidos y por el contrario debe hacerse una mirada más a fondo de las necesidades básicas insatisfechas de las comunidades que habitan estos territorios. Se necesita información clara, precisa y eficiente de los proyectos a ejecutar y las consecuencias e implicaciones sociales que tendrán éstos a corto y mediano plazo para sus pobladores.
2. Las intervenciones que se vienen realizando en muchos barrios populares, como los PUI (Planes Urbanos Integrales) y planes parciales no deben estar de espaldas a la realidad. Las obras a ejecutarse deberán ser definidas y concertadas con las comunidades y no al antojo de los técnicos de la Administración Municipal.

3. Las familias a las que se tenga que reubicar deben de ser tratadas con respeto, y ser justos con su traslado. Se necesita un acompañamiento a diez años de estas familias hasta lograr su estabilidad económica. A los que tengan que vender sus predios deben otorgarle un precio justo por sus bienes. Ninguna familia deberá ser desalojada y lanzada a un desplazamiento más, ya que esto genera desigualdad social y alimenta los cordones de miseria en la ciudad.

4. Compromiso de la Alcaldía de que por ningún motivo se subirá el estrato socioeconómico mínimo en 10 años, de los barrios donde van a hacer intervenciones, en busca de no representar una carga más para sus habitantes ante los cobros de impuesto predial, servicios públicos y demás costos de la vivienda. Esto también implica que no suba el nivel de Sisben.

Propuestas para los afectados por riesgo de inundación o deslizamiento:

1. A los hogares que haya que desalojar por riesgo, se les debe entregar una vivienda digna que propenda por el mejoramiento de su calidad de vida, “vivienda por vivienda”. En la medida de lo posible tratar que sean reasentamientos en sitio, o en el mismo barrio o comuna, pero no necesariamente en apartamentos reducidos sino en casas y que se pueda decidir para dónde nos vamos a vivir.

2. Se necesita mayor información y coordinación más eficiente entre las diferentes instituciones que atienden estos riesgos. Además se requiere que los trámites sean más eficaces y que no haya negligencia de parte de algunos empleados públicos y organismos estatales.

3. Cuando se está en riesgo y la última opción es irse, tener unas condiciones para negociar con la Administración,  plantear  cómo nos vamos, por ejemplo conjuntamente las familias que somos las más conocidas, que no nos vayan a dispersar la idea de vecino y de comunidad; nos vamos con la gente que quiera construir conjuntamente, con los amigos.

4. A las familias desalojadas se les debe mantener el arriendo temporal –incrementando su valor- hasta tanto no se les de su vivienda. Aunque lo mejor sería que le den la vivienda o el mejoramiento necesario en vez de acarrear mayores gastos. Se deberán tener las viviendas lista a la hora de cualquier desalojo. Se les debe otorgar el valor del transporte del trasteo. Así mismo se debe exigir amueblamiento del hogar, ya que perdieron muchos enseres y es difícil comenzar de nuevo.

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