Estas son algunas
de las propuestas que ponemos a discusión de las comunidades a la hora de abordar
posibles soluciones a los problemas de vivienda que golpean a la ciudad. Pueden
ser viables en la medida que exista una articulación de trabajos y esfuerzos
para su exigencia. Para ello es importante organizarnos en nuestro territorio y
con el resto de comunas generando lazos de unión comunitaria.
Lo primero que queremos
resaltar es que las Viviendas de Interés Prioritario (VIP) y Viviendas de
Interés Social (VIS) de menos de 50 metros cuadrados no satisfacen las
necesidades habitacionales que tenemos muchos pobladores de los barrios, por lo
tanto proponemos que sean Viviendas Populares Dignas (VPD) que tengan por lo
menos 70 metros cuadrados, en base a lo que ha definido la ONU como vivienda
digna.
La construcción de
planes y proyectos comunitarios para la realización de Viviendas Populares
Dignas (VPD) deben ser diseñados por las comunidades y con carácter de
autoconstrucción. Debemos priorizar la gestión de los terrenos necesarios y
buscar recursos de financiación a nivel nacional e internacional.
Las siguientes
exigencias y/o alternativas están referidas al restablecimiento de los derechos
a aquellas familias ubicadas en zonas
precarias, periféricas o “asentamientos subnormales”, y a los hogares afectados por el invierno o
los planes de intervención urbanística de las administraciones municipales que
desplazan a la población.
Propuestas para las zonas precarias:
1. Mejoramientos integrales
de vivienda, con una planeación específica y mayor destinación de recursos
anuales por parte de la Administración municipal para tal fin. Resaltamos como
urgente los mejoramientos de baños y cocinas, así como las condiciones mínimas
de sismo- resistencia.
2.
Construcción de muros de rehabilitación
de viviendas y terrenos, muros de contención, senderos y escalas pavimentados
con cunetas y alcantarillados para aguas negras y lluvias y arborización de
zonas críticas en aras de la estabilidad de los terrenos y que no se nos
declare como zonas de alto riesgo sino de alto costo con necesidad de inversión
social.
3. Mayor equipamiento urbanístico, sedes
para restaurantes comunitarios, sedes comunitarias y para la atención y
prevención de riesgos, parques infantiles, jardines infantiles y colegios,
bibliotecas populares, espacios de recreo-deportes y
mejoramiento de las vías de acceso. Se debe buscar impactar las
necesidades más sentidas de las comunidades.
4. Estudio
de regularización y legalización de predios en nuestros territorios, así mismo ampliación del perímetro urbano en donde
existentes asentamientos humanos, como exigencia de inclusión frente al derecho
a la ciudad, ya que esto permitiría mayores intervenciones en estas zonas.
5. Proyectos
de construcción de viviendas populares dignas (VPD) a corto y mediano plazo,
que sean consultados con las comunidades y el
valor de las viviendas más los intereses por mora que esto acarree debe ser
asumido 100% por el Estado, ya que la
comunidad carece de recursos económicos y de estabilidad laboral. Así mismo que esta política quede incluida como un proyecto estratégico
dentro del nuevo Plan de Desarrollo.
Propuestas para
los afectados por intervenciones urbanísticas:
1. La
planificación de la ciudad no debe vulnerar aún más las condiciones de vida de
los sectores más deprimidos y por el contrario debe hacerse una mirada más a
fondo de las necesidades básicas insatisfechas de las comunidades que habitan
estos territorios. Se necesita información clara, precisa
y eficiente de los proyectos a ejecutar y las consecuencias e implicaciones
sociales que tendrán éstos a corto y mediano plazo para sus pobladores.
2. Las intervenciones que se vienen
realizando en muchos barrios populares, como los PUI (Planes Urbanos
Integrales) y planes parciales no deben estar de espaldas a la realidad. Las obras a ejecutarse deberán ser definidas y concertadas con las
comunidades y no al antojo de los técnicos de la Administración Municipal.
3. Las familias a
las que se tenga que reubicar deben de ser tratadas con respeto, y ser justos
con su traslado. Se necesita un acompañamiento a diez años de estas familias
hasta lograr su estabilidad económica. A los
que tengan que vender sus predios deben otorgarle un precio justo por sus
bienes. Ninguna familia deberá ser desalojada y lanzada a un desplazamiento
más, ya que esto genera desigualdad social y alimenta los cordones de miseria
en la ciudad.
4. Compromiso de la Alcaldía de que por ningún motivo se subirá el
estrato socioeconómico mínimo en 10 años, de los barrios donde van a hacer
intervenciones, en busca de no representar una carga más para sus habitantes ante
los cobros de impuesto predial, servicios públicos y demás costos de la
vivienda. Esto también implica que no suba el nivel de Sisben.
Propuestas para
los afectados por riesgo de inundación o deslizamiento:
1. A los hogares
que haya que desalojar por riesgo, se les debe entregar una vivienda digna que
propenda por el mejoramiento de su calidad de vida, “vivienda por vivienda”. En
la medida de lo posible tratar que sean reasentamientos en sitio, o en el mismo
barrio o comuna, pero no necesariamente en apartamentos reducidos sino en casas
y que se pueda decidir para dónde nos vamos a vivir.
2. Se necesita
mayor información y coordinación más eficiente entre las diferentes
instituciones que atienden estos riesgos. Además se requiere que los trámites
sean más eficaces y que no haya negligencia de parte de algunos empleados
públicos y organismos estatales.
3. Cuando se está
en riesgo y la última opción es irse, tener unas condiciones para negociar con
la Administración, plantear cómo nos vamos, por ejemplo conjuntamente las
familias que somos las más conocidas, que no nos vayan a dispersar la idea de
vecino y de comunidad; nos vamos con la gente que quiera construir
conjuntamente, con los amigos.
4. A las familias
desalojadas se les debe mantener el arriendo temporal –incrementando su valor-
hasta tanto no se les de su vivienda. Aunque lo mejor sería que le den la
vivienda o el mejoramiento necesario en vez de acarrear mayores gastos. Se
deberán tener las viviendas lista a la hora de cualquier desalojo. Se les debe
otorgar el valor del transporte del trasteo. Así mismo se debe exigir
amueblamiento del hogar, ya que perdieron muchos enseres y es difícil comenzar
de nuevo.
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