BOLETIN VIDA DIGNA Nº 14
Medellín, Febrero de 2012
En este número queremos contarle a todos nuestros vecinos y vecinas acerca de una comunidad que lleva luchando por el acceso a una vivienda digna desde hace más de 30 años, y pese a la tradición organizativa de este barrio, aun conviven con el riesgo de ser despojados de sus viviendas.
Así mismo, queremos denunciar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchas personas en Medellín, particularmente, el caso de la señora Luz Marina quien por no contar con ingresos económicos suficientes para pagar mes a mes la factura de agua potable, vive diariamente con la zozobra de ser desconectada.
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PARA LOS HABITANTES DEL MORRO DE MORAVIA, LA TENENCIA DE UNA VIVIENDA DIGNA SE HA POSTERGADO POR MÁS DE 30 AÑOS
“Nos tocó sufrir mucho y ahora que el barrio está vivible,
entonces quieren sacarnos de aquí, lo que prácticamente nos causa llanto”
-Habitante del Morro-
La historia de los habitantes del Morro de Moravia tiene en común con los demás asentamientos, que son constituidos como fruto del abandono estatal frente a muchas familias que no tienen ningún tipo de asistencia social por parte del mismo; pero se diferencia de los demás asentamientos, en que fueron las familias ubicadas allí, quienes convirtieron un morro de basura, en un vecindario.
LA HISTORIA
Antes de ser un barrio, Moravia era destinado, para construir en él la ampliación del Parque Norte. Sin embargo, se resolvió que una vez adquirida esta área sería entregada a Empresas Varias de Medellín para que durante cinco años la usara como botadero de basuras de la ciudad, mediante el sistema de relleno sanitario, hasta que se llegara a conformar la topografía final requerida para el parque. Pero la disposición de basuras en este lugar se hizo de forma masiva e incontrolada, que funcionó como relleno más tiempo del permitido, tanto hasta llegar a ser la montaña que se conoce hoy como el Morro de Moravia.
Mientras tanto, muchas personas se iban asentando sobre la montaña de basuras y sus alrededores; este sitio se convirtió en el lugar de trabajo de hombres y mujeres que encontraban en el reciclaje una forma de obtener ingresos, y hasta de obtener comida.
El antecedente de los desalojos de viviendas del Morro, tienen que ver con un estudio sobre monitoreo de gases y lixiviados realizado en el año 2005, en el que la Universidad de Antioquia evidenció el gravísimo riesgo para la salud de sus pobladores. A partir de ello, el Ministerio del Interior y de Justicia, por Resolución Nº 31 del 28 de junio de 2006, declaró la “situación de calamidad pública en el municipio de Medellín”.
Esta resolución es fundamento de la expropiación y desalojos forzosos que se vienen presentando desde el 2006. Alrededor de 1.500 familias han sido desalojadas del Morro y ubicadas en las urbanizaciones La Huerta, La Montaña, Cascada (ciudadela Nuevo Occidente) La Herradura y Los Álamos I-II (comuna 4). Aunque estos habitantes dejaron sus ranchos para ser ubicados en apartamentos, son más las quejas que tienen sobre su ubicación que gratitud a la administración.
Ahora solo quedan 192 núcleos familiares que se niegan a abandonar el Morro. En parte porque no se quieren ir para Ciudadela Nuevo Occidente, tan lejos del centro y donde se vive un fuerte contexto de violencia urbana. Otros porque se niegan a recibir el arriendo temporal, que no es garantía para la reposición de una vivienda digna; encontramos familias que llevan más de cuatro años pagando arriendo, y sólo al principio mediante los subsidios que entregaba el municipio.
LA PROMESA DE UNA VIVIENDA DIGNA.
PARTE 1
Dado el crecimiento de este barrio, y como una forma de compensar las dificultades que estos pobladores padecían, en 1985 la administración municipal acordó con la comunidad la ejecución de un programa integral de rehabilitación que tenía como objetivo la regularización de la tenencia de la tierra y la titulación de los predios.
Para construir las obras, la Alcaldía de Medellín emitió 25.000 “bonos de ayuda mutua”, que correspondían a los días que las personas invertían en los trabajos comunitarios, y así iban aportando trabajo para obtener sus escrituras; sin embargo, no a todas las personas lograron titularle el predio, pues este programa quedó inconcluso y finalmente solo se tituló “el 10% de los predios existentes, quedando pendiente el 90% incluidos poseedores que cumplieron según los criterios del programa con los requerimientos para ser dueños del suelo, que nunca se hicieron efectivos o fueron reconocidos por parte del Municipio”. Ninguna administración se preocupó realmente por titular.
LA PROMESA DE UNA VIVIENDA DIGNA.
PARTE 2
En el 2006 se inicia la ejecución del PLAN PARCIAL DE MORAVIA con el objetivo de propiciar la integración socio-espacial del territorio, y para ello se contempló la construcción de distintos proyectos de movilidad, la construcción del Centro Cultural, la creación de la Gerencia de Moravia, la construcción de parques lineales, canchas y placas polideportivas, entre otras obras de ornamentación, además del reasentamiento de los habitantes de las zona considerada de alto riesgo.
En el proceso de plan parcial se crearon las UGIS I-II, (Unidades de Gestión de Interés Social), con los cuales se revaluaría el uso de los suelos y se harían construcciones que permitieran vivir y trabajar a los moradores de Moravia cerca del sector. Pero la construcción de estas UGIS depende del traslado de la Asfaltadora Colombia de propiedad de Camacol. Si esta industria ubicada en plena zona residencial lograra ser trasladada tal como lo prevé el plan parcial, allí podrían construirse viviendas para las personas que fueron despojadas y desalojadas del Morro de Moravia y todavía se encuentran sin una vivienda digna.
Si bien es cierto a muchas familias se les ha dado una solución habitacional, muchas otras no tienen la seguridad de que les sea entregada una vivienda, pues tal como se están haciendo los desalojos, a las familias se les está dando una indemnización, pero el dinero recibido no alcanza para comprar una vivienda nueva en la ciudad, a las familias se les ofrece 10 o 20 millones, y con este dinero cree la administración pueden adquirir una vivienda propia.
Cuando comenzaron con los desalojos, en el Morro vivían 264 familias. Actualmente no hay datos precisos sobre la gente que se ha desplazado y en qué situación están viviendo, si tienen vivienda propia, están en programas de arriendo temporal o si están pagando arriendo por su cuenta.
¿Y por qué creen ustedes que los están sacando del Morro?
“Es que los pobres se ven muy feos en la mitad del centro”
-Habitante del Morro-
El Barrio Moravia, tiene una ubicación estratégica en la ciudad, está rodeado por un importante equipamiento urbanístico: la Terminal de Transporte del Norte, el Parque Norte, el Jardín Botánico, el Museo Pedro Nel Gómez, la Universidad de Antioquia, el Planetario Municipal, la estación Caribe del Metro de Medellín, El parque Explora, la construcción del nuevo Centro de Innovación y Negocios de Medellín “Ruta N”.
De la misma manera como se despojó de sus viviendas a los habitantes del barrio Caicedo La Toma, y los pobladores de la Iguaná, estos desalojos responden a una reorganización del territorio. Posterior a los desalojos se siguen construcciones que embellecen la ciudad o la hacen funcional a las necesidades del capital. Donde era el barrio La Toma, hoy hay un parque denominado Bicentenario y una casa para la memoria de las víctimas, en la Iguaná se construirá la conexión vial Aburrá - río Cauca, que conectará a Medellín con el occidente antioqueño y el Urabá; y en Moravia, se plantea la construcción de proyectos de movilidad, es decir ampliación y construcción de vías, parques recreativos y canchas polideportivas.
QUE QUEDE CLARO, NO ESTAMOS EN CONTRA DEL DESARROLLO, ESTAMOS EN CONTRA DEL TRATAMIENTO ARBITRARIO Y HOSTIL QUE SE LES DA A LOS POBLADORES DE LOS BARRIOS, EL DESPOJO DE SUS VIVIENDAS Y EL DESPLAZAMIENTO DE SUS TERRITORIOS.
PROPUESTAS DE LA COMUNIDAD:
No nos oponemos a la autopista y a las obras que van a construir cerca, pero si nos vamos ¿cuáles son las garantías para el reasentamiento? De modo que desarrollen sus proyectos, eso sí junto a nuestro derecho al hábitat, una vivienda comprendida no solo como esos cuatro muros, sino nuestro alrededor y por un futuro con dignidad, para ello se requiere:
Buscar el traslado de la Asfaltadora Colombia y construir allí las viviendas para quienes faltan por casa según el plan parcial de Moravia frente a la reubicación.
Más que una indemnización, la exigencia es la reposición de vivienda, es decir se llega al acuerdo de exigir “casa por casa”
La Personería de Medellín dentro del Observatorio de reasentamiento se ha comprometido a suspender los desalojos, sin embargo el 15 de febrero se recibió una citación para notificar la expropiación de una vivienda del Morro, y seguirían cinco más.
EMPRESAS PÚBLICAS DE MEDELLÍN NO ENTIENDE EN TÉRMINOS DE DERECHOS, SINO DE DINERO.
La señora Luz Marina vive en el barrio Sol de Oriente de la comuna 8, tiene 72 años de edad y desde hace años sufre de severas enfermedades, sumado a lo anterior, no tiene ningún tipo de ingreso económico que le permita satisfacer sus necesidades básicas, incluida la alimentación, por la misma razón de insuficiencia de ingresos, permanece en un constante estado de desconexión.
En el mes de agosto de 2011, se interpuso una acción de tutela exigiendo la prestación del servicio de acueducto en su hogar. Sin embargo, la vulneración a sus derechos humanos no ha cesado, pese a que un juez ordena a EPM reconectar el servicio, las facturaciones de su servicio de acueducto son tan exorbitantes que doña Luz en solo 5 meses adeuda a EPM por el solo servicio de agua $300.000, y ya le suspendieron el servicio de agua.
Para EPM, no existen las situaciones especiales de sujetos vulnerables, no existen los derechos fundamentales, no existe el respeto por la vida ni la dignidad.
En el mes de agosto de 2011, se interpuso una acción de tutela exigiendo la prestación del servicio de acueducto en su hogar. Sin embargo, la vulneración a sus derechos humanos no ha cesado, pese a que un juez ordena a EPM reconectar el servicio, las facturaciones de su servicio de acueducto son tan exorbitantes que doña Luz en solo 5 meses adeuda a EPM por el solo servicio de agua $300.000, y ya le suspendieron el servicio de agua.
Para EPM, no existen las situaciones especiales de sujetos vulnerables, no existen los derechos fundamentales, no existe el respeto por la vida ni la dignidad.
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