Hoy
despedimos a un gran compañero, sus enseñanzas perdurarán en
nuestras luchas por la vida y la dignidad.
Vivo
en nuestra memoria queda el recuerdo de este gran compañero, Gabriel
Orrego, de su barba blanca sacaba gracia a cuanto decía con un gesto
mimoso y un rostro sonriente. Su vida fue de lucha constante, crítico
y enérgico ante las negligencias de las Empresas Públicas de
Medellín por las deficientes instalaciones de las redes de
alcantarillado de su barrio.
En
las reuniones siempre sentaba su opinión y pensamiento,
visibilizando las múltiples problemáticas de su barrio, Gabriel era
uno de esos luchadores capaz de quitarse el pan de la boca para
compartirlo con sus compañeros. Sus vecinos lo recordarán por su
solidaridad, por ser precursor de la invasión de terrenos para la
creación del barrio las Independencias
II, comuna 13 de Medellín, en el año de 1978, con el lema “la
tierra pal que la necesita y la trabaje. La tierra
no servía ni para vacas o cerdos, si no pa’ gente necesitada de
donde vivir”.
Él
y sus compañer@s recuperaron las tierras del sector que eran fincas
de la familia Nepomuceno Arroyave para construir un hábitat donde la
vida digna fuera posible. Tirando piedras, informando con el
megáfono, reuniéndose para planear estrategias de defensa,
resistieron la fuerte represión de la policía y el ejército.
Participó activa y decididamente en la división de los terrenos
para colectivizarlos.
Su
conocimiento, lo llevó a ser protagonista en la construcción del
acueducto comunitario y a comprometerse con las conexiones informales
a la red de energía eléctrica, el acceso a agua potable y la
salubridad pública, sabía muy bien cuáles eran las necesidades en
los barrios populares.
Durante
su vida política gestionó la construcción de muros de contención
para las vías de acceso de su barrio y apoyó la creación de
agrupaciones como el comité de mujeres de la comuna, la asociación
de familias de Belencito Corazón (Asobeleco) y el comité de control
social de servicios públicos de la comuna.
Con
sus sabias palabras insistía que solamente unidos lograríamos
mantener el territorio conquistado, reconociendo que el enemigo no
estaba entre nosotros nos llamaba a superar los conflictos como
organización.
Don
Gabriel fue un luchador incansable por la vida digna, humilde y
bondadoso. Su vida es testimonio de lucha popular y parte de la
historia de las laderas de Medellín.
Con
cariño te recordaremos.
Mesa
Interbarrial de desconectados.
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