domingo, 30 de junio de 2013

Resistimos con alegría, fuerza y valentía

Comunicado
Carnaval Por la Vida Digna y la Defensa del Territorio

Medellín, 30 de junio de 2013
Habitar las laderas de Medellín fue la única alternativa que teníamos para preservar la vida ante el desarraigo, la pobreza y la violencia que nos expulsó del campo; tuvimos que cambiar los hábitos, inventar nuevas formas de sobrevivencia y empezar de cero después de tener una vida feliz y en armonía con la naturaleza, cultivando nuestra comida y al lado del río que nos daba lo necesario.
Después de muchos años de olvido estatal y de ser estigmatizados como de “zonas de alto riesgo” surge el “gran proyecto bandera” de la Administración Municipal, el Cinturón Verde Metropolitano o como es conocido en Medellín, el Jardín de Dudas, planeado desde los empresarios y su idea de especulación inmobiliaria, desde la lógica de la estética urbanística y con un enfoque turístico, más que pensado en solucionar las necesidades básicas de las familias, que no queremos ser nuevamente desplazadas de los territorios, los cuales hemos construido con nuestras propias manos y sacrificios.
El modelo de ciudad para Medellín busca transformarla de manera que pueda ser atractiva para el capital, y esto se refleja en la concesión de ciertas zonas dispuestas para el desarrollo estratégico de la región, mientras otras son catalogadas como de riesgo para negar inversión social y el acceso a agua potable, alcantarillado, energía eléctrica o vivienda digna. Reconocemos que este modelo parte de los intereses económicos de los que se sueñan “la ciudad de la eterna primavera” excluyendo las aspiraciones y expectativas del grueso de la población.
Hoy la montaña oriental de la ciudad se viste de fiesta ante la violencia y las incontables problemáticas que nos aquejan, resistimos con alegría y construimos propuestas de vida digna para permanecer en nuestros territorios, porque en las laderas las comunidades hemos construimos Planes de Vida y no cinturones de miseria.
Comprometidos con la defensa de la vida de las mujeres y hombres, niños y niñas que se sueñan una sociedad distinta, donde tengan cabida todos los sentires, proyectos y expresiones, en este Carnaval nos sumamos a las reivindicaciones de las comunidades que construyen propuestas para la defensa y permanencia en los territorios, ratificamos el compromiso de fortalecer las expresiones de resistencia en procura de la dignificación de la vida, llamando a la ciudad a poner su mira en la población de las laderas, para rodearla y apoyarla de manera que podamos desarrollar nuestro proyecto de vida en el territorio que hemos construido y habitado por años.
Las organizaciones comunitarias, especialmente de las comunas 1, 3 y 8 de Medellín en ejercicios plenos de participación y soberanía popular, hemos tenido innumerables encuentros para debatir y proponer acerca de cómo queremos que sean las intervenciones en los barrios, además de recorrer nuestros territorios para apropiarnos de él y construir propuestas de acuerdo a nuestras necesidades e intereses.
Hemos decidido que la forma de intervenir los territorios no es a través de monorrieles, ni caminos peatonales y de ciclorutas para los turistas, sino a través de la mitigación del riesgo con el fin de recuperar los suelos, los mejoramientos de vivienda, el acceso a servicios públicos domiciliarios de calidad y a bajo costo, la legalización y titulación de predios, el mejoramiento de las vías de acceso, los equipamientos en salud y educación, la seguridad alimentaria y la generación de ingresos, recogidas bajo la propuesta del Mejoramiento Integral de Barrios (MIB).
Las intervenciones planeadas por la Alcaldía deben ser concertadas y planeadas de la mano de las personas que viven, sienten y llenan de vida los territorios. Queremos hacer público al resto de la ciudad las urgentes y reales necesidades de las comunidades y sus propuestas, al igual, escuchar y compartir con otras experiencias de resistencia campesina que nos están acompañando en el carnaval y que también están defendiendo su territorio y la vida digna ante las políticas minero energéticas que generan despojo, desplazamiento masivo y una gran crisis humanitaria, como es el caso de la comunidad desplazada por el mega proyecto de EPM y la Gobernación de Antioquia Hidroituango.
Así mismo, el Carnaval también quiere hacer un homenaje a la vida apagada por las balas de nuestra compañera Ana Fabricia Córdoba, luchadora sin miedo y sin cansancio por la verdad y la justicia de sus hermanos y hermanas, y traer a la memoria las y los más de 40 lideresas y líderes asesinados en el Área Metropolitana en los últimos años por defender los derechos humanos, la vida y la dignidad de los sectores más empobrecidos de esta ciudad.
Luchando unidos… venceremos, Porque si no luchamos… nos jodemos.

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