Ana
Fabricia Córdoba
Mememoria
de una mujer inolvidable
Por
Mesa Interbarrial de desconectados.
Publicado en el periodico tinta tres en el 2011
EL
éxodo del desplazamiento forzado de personas del campo a la ciudad y
luego de un barrio a otro en la misma ciudad en el siglo XX hizo que
se extendiera el perímetro urbano de las principales ciudades de
Colombia. En Medellín en 1993 en la comuna 3 – Manrique, se
conformaron nuevos barrios como El Versalles número dos, La Cruz,
San José de la Cima Número uno, San José de la Cima Número dos y
María Cano Carambolas. En el barrio la Cruz se asentaron desplazados
de toda Antioquia pero principalmente de la Zona del Urabá.
Para
el año 2001, Medellín se encontraba entre las 5 primeras ciudades
receptoras de población desplazada en Colombia, con una cifra de
21.0001
despojados. Gente que para esa época, al igual que hoy, estuvieron
huyendo a la confrontación armada en el oriente antioqueño, el
occidente, el suroeste, el nordeste y de los departamentos del Urabá,
Bajo Cauca, chocó y la región del Magdalena medio.
Es
así como ANA FABRICIA CÓRDOBA llegó a Medellín, desplazada de
Churido en el Urabá antioqueño. Primero se dirigió a la comuna 13
y a causa de la guerra que también se viva allí, decidio mudarse a
la zona Nororiental, Barrio La Cruz en el año 2001 donde unos
sacerdotes le ofrecieron un rancho de madera. Su destierro fue
causado por el asesinato de 9 miembros de su familia entre ellos su
esposo y su hijo menor que tan solo tenia 10 años por parte de los
paramilitares del Bloque Bananeros al mando de EVER VELOSA GARCÍA,
Alias ‘HH’.
Después
de la tormenta comienza una nueva vida ahora en las laderas de La
Cruz donde monta una tienda y sobrevive para darle lo mejor a sus
hijos. Pero su familia no era su única preocupación, como lidereza
conciente de su condición de desplazada y víctima del conflicto
armado, trabajo arduamente por los derechos de la población
desplazada y fundó la organización barrial LATEPAZ (Líderes
Adelante por un Tejido Humano de Paz) del barrio la Cruz. Ella
reconocia su historia y se sentía orgullosa de ser una mujer afro.
Su tragedia la hacia ser una mujer fuerte, luchadora y con carácter
y siempre irradiaba alegría.
Volvió
la tragedia a su hogar su hijo CARLOS MARIO OSPINA fue asesinado,
hecho del que ANA FABRICIA culpaba a la Policía del barrio La Cruz
por las constantes persecuciones y maltratos de los que CARLOS MARIO
había sido objeto con sus otros dos hijos, también por parte de
agentes policiales. Denunció constantemente a la Policía de la
ciudad por actos de intimidación en su contra. Por lo anterior se
veía obligada a dormir en diferentes casas por fuera del barrio como
medida para proteger su vida.
El
7 de julio de 2010 fue asesinado su hijo JONATAN ARLEY OSPINA CORDOBA
de 19 años de edad. Desde ese mismo instante ANA FABRICIA denunció
a la policía del barrio La Cruz como la responsable del hecho.
Cuando ella se dio cuenta de que su muchacho no habia amanecido en su
casa con su esposa y su hija, fue a buscarlo por el barrio con mucho
miedo, pensando que se lo habian matado y así fue, a las 11 de la
mañana lo encontraron muerto en el barrio vecino, La Honda. La
patrulla de la policía No.301384 del barrio La Cruz lo había cogido
la noche anterior junto con un amigo y se los había llevado
supuestamente para la estación de San Blas.
A
raíz de esto comenzó a realizar denuncias y a pelear por esclarecer
los hechos y los responsables de este asesinato. Hizo una denuncia
contundente contra la policía y desde entonces empezó a ser
hostigada y amenazada con más insistencia. Empezó a sentir cerca su
muerte y a decírselo abiertamente frente a los medios de
comunicación, en reuniones y actividades. Después del incidente de
su hijo a esta mujer le cambio la mirada, se veía preocupada,
decaída, ya no tenía la misma alegría de siempre.
Los
medios salieron diciendo que este crimen se había podido evitar
porqué le habían ofrecido portección del Estado, pero es lógico
que esta mujer se haya negado a recibir la protección de los mismos
asesinos de sus hijos.
Se
nos fue una gran líder, una luchadora que no tenia pelos en la
lengua para decir la verdad, denunciar las injusticias y luchar por
su gente. Los asesinos nos la arancaron, pero su espíritu, su
sonrisa y entusiasmo permanecera con nosotros. Tu memoria esta viva
en nuestros corazones.
1.
Sistema de información en derechos humanos y desplazamiento
CODHES-SISDHES.
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