Formado
por su padre desde pequeño en el arte de la magia, aprendió con sorprendente
rapidez este milenario oficio, que algunos lo han querido ubicar en el selecto
grupo de las artes, pero que visto de una manera más humilde y descompilada, no
es más que la habilidad para hacer creer lo que no es y desaparecer lo que en
la realidad ya existe. Fue en la tierra de los magos más reconocidos del el
país, donde su padre, no solo se hizo como mago, sino que gozó de gran fama por
la facilidad con que hacia desaparecer las cosas: escrituras, tierras y hasta
personas, que en algunas ocasiones reencarnaban con otros nombres. Un verdadero
maestro y gurú de la magia en el occidente de Antioquia y de otras regiones del
departamento.
Su
hijo, Aníbal Gaviria, aprendió rápidamente desde pequeño todas estas artimañas,
trucos e ilusiones. Esta última cualidad no es propia de los aprendices, ni de
los ayudantes entendidos en la magia, sino de
los magos más experimentados y marrulleros como lo fue su padre y
algunos de este selecto séquito de tramposos. Aunque fue un alumno aventajado
con respecto al resto de sus hermanos, primos y demás familiares que quisieron
heredar esa virtud del linaje Gaviria, no quiso profundizar en este oficio como
era el deseo de su padre, quien lo azuzaba permanentemente para que no olvidara
sus orígenes y sabiduría ancestral. Atormentado por esta situación, y como una
forma de reivindicarse con su padre y con su familia, decidió que iba a tomar la mejor carrera de su vida, la que mejor se
complementa con la mafia, perdón, con la magia moderna.
Fue
así que aprovecho una reunión familiar para dar la gran noticia. Señores y
señoras, niños y niñas, adultos y adúlteras, perro y gatos, pongan mucha
atención: He tomado la decisión de mi vida. Quiero ser politiquero. ¡Y por qué
no político! , Preguntó uno de los
invitados. “Es que ese asunto es más complicado”, Contestó el ya autoproclamado
doctor Aníbal Gaviria. Y con la
bendición de su padre y la de su familia- porque los que hacen magia también
cree en Dios- , empezó su carrera y escalonó rápidamente hasta llegar a la Alcaldía
de Medellín.
Pero no fue fácil para el señor alcalde
gobernar una ciudad con preocupantes índices de pobreza y lidiar con un cogobierno que ordena
violentamente la ciudad, que decide quien se muere, cuando y a que horas; que
sube y baja las cifras de muerte cuando se trata de negociar favores; que
regula el espacio público, que tiene la
variedad más grande de vacunas para todos los públicos, llámese venteros
ambulantes, vendedores de minutos, músicos de la calle, habitantes en situación
de calle, pequeños tenderos, grandes comerciantes y el mismo metro de la
ciudad. Es decir, todos estamos vacunados, porque en la ciudad de los magos
neoliberales las vacunas alcanzan para todos. A esto se le llama técnicamente
inclusión al sistema de salud, porque todos y todas estamos vacunados.
Preocupado
por esta situación el señor alcalde pensó en soluciones efectivas para
literalmente conjurar la crisis. Se le ocurrió una magnifica idea: Hablar con
el consejo de magos, algunos de éstos son amigos de su padre, quienes tienen
especialidades en asuntos políticos y urbanísticos. El cónclave duró más de una
semana, hasta que por fin salió humo blanco del despacho del señor alcalde. No
fue revelada la noticia al resto del gabinete municipal. Solo rumores se
escuchaban en los pasillos de la alcaldía por la costosísima asesoría de esos
expertos magiosos tanto de la ciudad como del extranjero, pagada con el bolsillo
de los ciudadanos. La conclusión del cónclave de magos al señor alcalde fue muy
simple: Con vos de ultratumba todos dijeron al unísono: Deeebes vooolver a tus
oriiigenes. Agua, agua, agua, rápido. Se desmayó el señor alcalde. No es nada
señores –comentó uno delo magos mayores- un pequeño mareo que ya se le pasará.
Cuando el alcalde despertó un poco sorprendido por lo ocurrido, los magos u
asesores externos le dijeron: Ya sabéis lo que debes de hacer. Todo en la magia
es irreal, vuelve a ser el mago que fuiste en tu infancia y olvida la política,
que ese asunto te puede complicar la vida. Sabias palabras que dieron un giro
total en la administración del doctor Aníbal Gaviria que se estrenaba ahora
como uno delos mejores magos del país.
Lo
que siguió de aquí en adelante fue un irrealismo mágico que se fue extendiendo
por toda la ciudad. Los indicadores de violencia empezaron a bajar como arte de
magia. Y situaciones reales como la pobreza, el hambre, el desempleo, el
desplazamiento intraurbano y los desalojos en las laderas de Medellín fueron
reemplazado por grandes campañas mediáticas que ante la mirada de los
extranjeros, no pasó de ser mas que una simple sensación en el imaginario
colectivo que no guarda ningún tipo de relación con la realidad. Este fue el
primer triunfo del señor alcalde que sacó sus dotes de ilusionista. Pero no
conforme con lo anterior, se dedicó a cocinar uno de los trucos más complejos
de su carrera como mago experimentado. Se dedicó hacer lobby en el extranjero
para vender una imagen distorsionada de la ciudad. Se rodeo de los mejores
culebreros para encantar a las organizaciones extranjeras, que no escatiman en
adulaciones para sacar la mejor tajada en las jugosas inversiones que les
ofrecerá la ciudad de los sueños y las oportunidades. Fue así como logró su cometido
y se trajo el trofeo de la ciudad más
innovadora del mundo para enaltecer aún más el orgullo paisa. ¿La clave? Vender
una ciudad irreal. La ciudad de las vallas publicitarias, de las campañas
publicitarias, de las grandes obras de infraestructura para eventos
internacionales. El mago exorcizó al jurado y les hizo creer que en la ciudad
de Medellín las zonas marginadas tienen grandes desarrollos sociales, que la
criminalidad en Medellín es historia patria y que la tecnología ha posibilitado
la solución a grandes problemas.
Pero
es increíble la cantidad de trofeos que este mago ha conseguido para la ciudad.
En estos momentos se celebra en Medellín el Foro Mundial Urbano, que reúne a
expertos de todo el planeta sobre urbanismo, y vienen a Medellín a constatar
las maravillas de la ciudad en materia urbanística. Muy seguramente el mago
mayor y sus áulicos le mostraran los centros de convenciones, el sistema
integrado de transporte, algunas bibliotecas y las maquetas de los grandes
proyectos que consolidarán a Medellín como una ciudad turística y de servicios
para el mundo. No faltará de pronto dentro del programa alterno una que otra
salida por la Medellín nocturna para gozar de otras de los servicios turísticos
de moda, como los servicios sexuales de las niñas y niños de las comunas
populares, y narcóticos de todas las marcas a un buen precio que satisface el
delicado tabique de los extranjeros.
Olvidaba
mencionar que en la ciudad irreal, es prohibido mostrar la pobreza. Ojalá los
pobres no se asomen donde van a llegar los ponentes extranjeros. Y si lo hacen,
por favor bien vestidos y con buenos modales, se prohíbe cualquier tipo de
manifestación o propaganda subversiva que hable de la ciudad real – Manda a
decir el mago- Por eso el mago mandó a recoger a todos los habitantes de la
calle para que no le hicieran pasar vergüenza, y por arte de magia desapareció
a siete de estas personas en menos de una semana, para que nadie dudase de sus
cualidades de ilusionista. Es posible que cuando culmine este congreso de magos
aparezcan de nuevo algunos habitantes de la calle y otros definitivamente
queden desaparecidos, porque la magia también falla en algunas ocasiones.
CAMILO
DALTÓN
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