sábado, 31 de mayo de 2014

MORAVIA TIENE DUEÑO Y NO SON PRECISAMENTE LOS MORAVITAS: La Administración Municipal inclina la balanza en favor del sector privado


El Centro de Salud, el jardín infantil “Mamá Chila” y el Centro de Desarrollo Cultural se construyeron en Moravia en el marco de ejecución del Plan Parcial de Mejoramiento Integral Barrial (2006); sin embargo, obras como el Edificio del Mercado, el Parque Industrial de Reciclaje y las Unidades de Gestión de Interés Social (UGIS) I - II, que buscaban la sostenibilidad social y económica de las familias para que permanecieran en el territorio, pasaron a un segundo plano; como consecuencia alrededor de 3.000 familias del sector del Morro de Moravia fueron expropiadas y reubicadas en otros sectores de la ciudad y miles de familias fueron impactadas con la pérdida del empleo y la generación de ingresos.

En el Morro resisten aun 252 hogares en 150 viviendas que no quieren salir mal librados en la negociación con la Alcaldía como sus antiguos vecinos. En razón de las problemáticas en las urbanizaciones de Ciudadela Nuevo Occidente y las consecuencias nefastas de los procesos de reubicación, se constituyó en febrero de 2012 la Mesa de Concertación del Morro de Moravia, con el fin de sentar a los actores institucionales con los habitantes del barrio para concertar alternativas de reasentamiento y soluciones de vivienda digna.
Las principales propuestas de la Mesa exigen el reasentamiento de las familias en el entorno de Moravia como garantía de permanencia en el territorio; la inclusión de las familias en el censo poblacional, aquellas denominadas “hijos de Moravia” que con el paso del tiempo formaron nuevos núcleos familiares; la adecuación de la base del morro para el reasentamiento de los poseedores y la salida de la Asfaltadora Colombia para construir allí soluciones de vivienda para los afectados por el Plan Parcial.

Mediante la interlocución con instituciones como el ISVIMED (Instituto Social de Vivienda y hábitat de Medellín y el Departamento Administrativo de Planeación (DAP), la Mesa ha insistido en la suspensión de las expropiaciones en el Morro bajo la exigencia de alternativas concertadas con las familias, logrando la inclusión de 100 núcleos familiares en el censo poblacional para ser atendidos con soluciones de vivienda independientes y un plan de construcción de la urbanización “Miradores de Moravia” para 108 familias del sector.

Sin embargo, no se ha avanzado en las alternativas de reasentamiento en vivienda usada para los poseedores, pese a que la Mesa de Concertación ha llevado propuestas a la administración. La mayor dificultad radica en que en Moravia no se encuentran viviendas de precios inferiores a 42 millones de pesos, gracias a la especulación inmobiliaria que generó la misma intervención, lo que hace que las familias tengan que buscar casa en los barrios más altos o en zonas de conflicto armado, donde las viviendas son de bajo costo.

El tema del reasentamiento en sitio, es una exigencia que tiene fundamento en distintos instrumentos internacionales de los derechos humanos y del mismo Plan Parcial se desprenden acuerdos pactados con la comunidad, como garantía de que los barrios en proceso de transformación urbana puedan ser habitados por las personas y familias que de manera precaria, con escaso apoyo estatal civilizaron los suelos y levantaron sus barrios.

En esa búsqueda de alternativas, la Mesa exige a la Administración municipal desde mediados del 2013 un estudio de suelos que determine riesgos y amenazas reales y no supuestos, que nos indicara qué zonas podrían ser habitadas en Moravia, información urgente y necesaria en estos procesos donde el tiempo es un factor que juega en contra; pasan los meses y los costos de lotes y viviendas se encarecen, mientras que el subsidio apenas es de 70 salarios mínimos mensuales por familia.

Cabe anotar que para el estudio de suelos del año 2004 se habían realizado 80 perforaciones de distintas profundidades resultando la definición de zonas de riesgo severas para habitar tres sectores de Moravia: el Morro de basuras, el Oasis Tropical y la curva del diablo. Para el año 2010, con excepción de la zona donde se construyó la urbanización La Herradura, el Morro y el Oasis eran las únicas zonas del barrio con restricciones geológicas para su habitabilidad.

Para el estudio de suelos socializado el pasado 29 de abril, la Facultad de Minas (UN) realizó 11 perforaciones en zonas como Carabobo y La Bermejala, coincidencialmente esas zonas que habían sido previamente intervenidas por la administración, dieron como resultado suelos de baja calidad para la construcción.

Con excepción del lote donde se ubica La Asfaltadora Colombia el estudio restringe la habitabilidad en el resto de los sectores de Moravia, así por ejemplo, para construir en las zonas aledañas al Morro de basuras y a la quebrada La Bermejala una casa de cinco pisos requiere cimientos de cinco metros de profundidad; para el Oasis una vivienda de igual número de pisos requiere profundidades mínimas de siete metros; para que las familias puedan seguir habitando Moravia, la Administración municipal debería invertir recursos suficientes para construir las viviendas con las especificaciones técnicas recomendadas.

Varios interrogantes surgen de la socialización del estudio, pero si revisamos la actual formulación del POT, vamos aclarándolos: El POT de 2006 tenía definido en Moravia un tratamiento urbanístico de Mejoramiento Integral por la precariedad del barrio requiriendo un proceso de regularización, legalizaciones y mejoramientos de viviendas, adecuación de redes de servicios públicos domiciliarios, mejoramiento de vías,  construcción de equipamientos, y sobre todo mitigación del riesgo.

La formulación del POT actual define esta zona bajo un tratamiento de renovación urbana -así como todos aquellos barrios y sectores contiguos a las riberas del río Medellín- lo que implica, cambios en el uso del suelo y en consecuencia desplazamientos por el desarrollo (gentrificación, según los teóricos); el cambio de la vocación popular del barrio para ofertar servicios y vivienda no de interés social, sino comercial, que pueda albergar habitantes con mayores niveles de ingreso, al estilo de Naranjal.

¿Cómo es posible que el Estado use el mecanismo de la expropiación administrativa para liberar suelo a las empresas privadas?¿Por qué la Administración avanzó en otras obras sin ocuparse de la mitigación del riesgo?  ¿Cómo puede Planeación municipal pasar un barrio de Mejoramiento Integral a Renovación, sin mejorar del todo las condiciones de precariedad y sin garantizar la permanencia de los habitantes en el territorio?

El panorama señala las tendencias sobre el futuro de la vivienda popular en la ciudad: Primero, la poca o nula voluntad política de la Administración municipal por resolver asuntos tan apremiantes como es la vivienda para la población vulnerable, y sin el menor esfuerzo de aminorar los impactos por la construcción de obras incrementa el déficit cuantitativo de vivienda que ya de por si es alarmante.

Segundo, con la implementación de megaproyectos en el rio (parque metropolitano de servicios) y en los bordes de ladera (cinturón verde metropolitano) se extingue el suelo de bajo costo para que todas las familias puedan acceder a una vivienda en Medellín. Así mismo, los nuevos costos por valorización que obligan a pagar a los impactados por nuevas obras encarecen la vida y genera desplazamientos de población, especialmente pobre.

Por último, ante ese modelo de ciudad planteado por actores estatales y privados, no queda más alternativa que el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias a partir de la apropiación del territorio, en esta ciudad donde la mayoría de sus barrios han sido construidos por la organización barrial, los sectores populares tienen toda la legitimidad para defenderse del despojo y la expulsión.
                                                                                                          
                                                                                Corporación Jurídica Libertad
                                                                          Mesa Interbarrial de Desconectados

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