A propósito del lanzamiento del
Macro Proyecto Cinturón Verde Metropolitano,
denominado Jardín Circunvalar
para el municipio de Medellín.
Medellín, 24 de diciembre de 2012.
Mesa Interbarrial de Desconectados y Vivienda Digna
Queremos llamar la atención de la
comunidad local, nacional e internacional y los medios de
comunicación oficiales y alternativos, sobre algunos planteamientos
del vocero oficial del proyecto Cinturón Verde, el Alcalde de
Medellín Aníbal Gaviria, en su intervención realizada el día
miércoles 5 de diciembre de 2012 en el Pabellón Azul del Centro de
Convenciones Plaza Mayor, en el lanzamiento oficial ante las
comunidades del Jardín Circunvalar de Medellín.
Ante las propuestas comunitarias por
mitigación del riesgo, mejoramientos de vivienda, legalización de
predios, servicios públicos domiciliarios, huertas comunitarias y
programas de mejoramiento integral de barrios, manifestados en las
pancartas expuestas a lo largo del auditorio, el alcalde se
pronunció: “Yo
quiero empezar por manifestar que a
mí para nada me inquieta, ni me chocan las pancartas,
las expresiones de los ciudadanos, eso es lo que nosotros queremos
escuchar hoy”,
sin embargo esto dista mucho de los que pudimos oír los asistentes a
dicho evento y que nos deja muchas más dudas frente a cómo será el
ejercicio de participación comunitaria en la construcción del
proyecto, porque más bien parece una práctica demagógica para
avalar dicho proyecto, con un carácter más turístico que de
beneficio para las comunidades asentadas en estos territorios a
intervenir con el Cinturón Verde.
Valoramos que la administración
municipal está empezando a reconocer la deuda histórica que ha
tenido el Estado con las familias ubicadas en estos sectores
periféricos de Medellín en donde se vulneran los derechos humanos
día tras día: “Este
gobierno quiere hacer esta serie de intervenciones en las áreas
altas de la ciudad, porque estas son las áreas más olvidadas,
porque estas más alejadas del desarrollo, son áreas en donde se
presentan la mayor inequidad de esta ciudad, allí es mayor el nivel
de pobreza, son en la mayoría de los casos más altos los niveles de
violencia; por eso nosotros queremos centrar en una parte de la
acción de nuestro gobierno allá, en esas comunidades en donde viven
más de un millón de personas”.
Sin embargo, consideramos que si bien
es importante que se invierta en estos territorios, a los primeros
que debe consultárseles qué quieren es a sus habitantes y no a los
arquitectos y urbanistas que planean desde sus escritorios. Además
no nos engañemos, el dinero de este proyecto no sale del bolsillo
del alcalde, ni de su equipo de gobierno, hace parte de los recursos
del municipio que nosotros engrosamos con el pago de impuestos y el
pago de los servicios públicos domiciliarios que luego vía
transferencias entrega EPM a la Administración Municipal. Así que
esos dineros son nuestros y nosotros debemos definir en qué se deben
invertir, y en esa medida estos territorios han venido adelantando
muy juiciosamente sus Planes de Desarrollo Local y en la construcción
de proyectos estratégicos para sus territorios, y en ninguno de
ellos se ha planteado la construcción de este tipo de senderos o
caminos, ya que las necesidades más apremiantes de las partes altas
de estas comunas son otras que parecen ser secundarias en este
proyecto, como la vivienda y la alimentación.
Luego el alcalde fue cambiando el
discurso: “Yo
quiero plantear a todo la ciudadanía, yo
sé que hay inquietudes, intereses válidos y no tan válidos, sé
además hay gente que pude estar en contra de estos proyectos y
programas que vamos adelantar
y queremos construir en compañía de ustedes y hay gente que hay en
contra por falta de comunicación, más una responsabilidad nuestra
que de ellos, pero también sé que hay que gente que está en contra
por intereses politiqueros o por intereses personales”.
Las preguntas que queremos que el Alcalde aclare a las comunidades
son: ¿cuáles son los intereses no tan válidos?, ¿Cuál es la
gente que está en contra de estos proyectos? ¿De quién son los
intereses personales de los que usted habla? Ya lo hemos repetido
durante varios comunicados, decimos sí al proyecto Cinturón Verde
pero si es construido (no solamente socializado) con las comunidades,
en un ejercicio de diálogo y concertación en los territorios y en
un debate a nivel de ciudad con diferentes actores como el sector
académico.
Y continuó el alcalde:
“…yo quiero que me dejen invertir allá, que me dejen invertir
donde por 40 o 50 años se ha invertido poco o nada, ¿Quiénes
estarán detrás de no dejar invertir en esos territorios de este
borde de ciudad en donde este gobierno quiere invertir?,
que la comunidad tenga eso muy en cuenta no
se dejen manipular por intereses de quien sabe quién, intereses en
algunos casos de los violentos, los violentos actúan en donde no
actúa el Estado,
en donde no hace la debida presencia, por eso cuando el Estado dice
quiero hacer presencia, los violentos se inventan la forma de
intentar atajar la presencia del Estado, porque a ellos no les
conviene que esté. Cuando
yo hablo del Estado, no hablo exclusivamente, sí hablo, no
exclusivamente, de la policía, si hablo de la justicia, si hablo de
las fuerzas del orden, pero
hablo del Estado en forma integral, hablo de la vivienda , de los
servicios públicos domiciliarios, de la educación, de la salud y
eso es lo que queremos, que llegue más y mejor a esos territorios a
través de la intervención de muchos programas y proyectos pero en
nuestro gobierno a través de la intervención del cinturón verde
metropolitano”.
Primero que todo está por verse si
son realidad estos discursos, habrá que evaluarlo en tres años,
pues ya hace mucho tiempo que todos los alcaldes de turno han dicho
lo mismo y poco o nada han cambiado las condiciones de la población
en estos territorios. Segundo, este tipo de aseveraciones nos parecen
groseras por parte de la Administración para con las comunidades,
entonces el hecho de estar inconforme frente a la forma como se
construye el proyecto significa ser “violento”. Además de ser un
comentario irresponsable en el contexto actual en el que se
encuentran varias de las comunas donde se hará la intervención en
Cinturón Verde, que se encuentran bajo el control de grupos armados
y donde la actividad de liderazgo comunitario podría encontrarse en
peligro, pues esto determinaría que las comunidades estarían en la
mira de uno u otro bando armado, poniendo en riesgo la vida de
algunos líderes comunitarios.
Nunca hemos dicho no a la inversión
en estos territorios, es más, es lo que hemos venido exigiendo hace
más de 30 años, esto es lo que más necesitamos, pero queremos
aclarar que los habitantes de estas comunas tenemos propuestas y
éstas deben ser escuchadas no sólo en unos talleres de imaginarios
para definir cuestiones estéticas del proyecto, sino en un debate
serio y de cara no sólo a la comunidad, sino a los medios de
comunicación, las universidades, y organismos internacionales de
derechos humanos. Este debe ser un proyecto que pase por la
concertación política, no debe ser la imposición de la
Administración. Debemos sentarnos en una mesa y concertar este tipo
de intervenciones, por eso le proponemos un foro de ciudad o por
comunas donde debatamos las propuestas de los unos y los otros y
lleguemos a unos acuerdos generales.
Frente al grito de la consigna que
manifestaron algunos asistentes “Jardín
circunvalar no, no, no… huertas comunitarias si, si, si”, el
alcalde comentó: “Yo
le voy a dar la palabra, pero eso si le digo, le voy a dar la palabra
para que me usted me diga que es cinturón y jardín, no le puedo dar
la palabra para que me eche su discurso, porque tendría que darle la
palabra a cada uno de los que están acá, a lo que yo le he invitado
es, si ustedes dicen jardín circunvalar, ahora
si van a hacer un discurso distinto me da mucha pena pero no le puedo
dar la palabra”.
Es decir que a la administración
solamente le gusta su discurso y que las comunidades sean un comité
de aplausos. Para nosotros esta no es la forma de hacer política, se
deben abrir escenarios para un diálogo abierto y verdadero, la
participación no es solamente levantando la mano, firmando
asistencias y recibiendo un refrigerio, está debe ser propositiva y
la alcaldía debe estar abierta a la crítica y no debe cerrarse a
creer que solo ella tiene la razón.
Algo que verdaderamente nos indignó
fue cuando el alcalde se pronunció de forma irrespetuosa al
plantear: “continuo
expresando precisamente lo que venía diciendo,
que no vaya a ver intereses oscuros, interés ocultos detrás de los
que dicen no sin saber a qué le están diciendo no, porque
aquí a mí también como alcalde de la ciudad me toca hacer respetar
a los ciudadanos que quieren construir sobre los ciudadanos que
quieren destruir, en ese orden de ideas, el
cinturón verde metropolitano y el jardín circunvalar sabíamos
desde el principio y lo sabemos, que van a tener dificultades y
enemigos, porque precisamente como lo decía, hay personas que están
interesadas en mantener el statu-quo de subdesarrollo, de inequidad,
de violencia en el que de alguna manera han estado sometidas esas
poblaciones,
nosotros no, nosotros lo que queremos es desarrollo allá…”
Queremos que el alcalde nos responda:
¿Cuáles son los intereses oscuros o intereses ocultos?, ¿A quién
se refiere?, Exigimos que si hace este tipo de aseveraciones que nos
aclare a quiénes se refiere y con nombres específicos, de lo
contrario se le podría acusar de calumnia, pues hasta el momento no
conocemos más intereses sino de quienes buscan una vida digna para
sus comunidades.
Nosotros no somos enemigos de ningún
proyecto, ni mucho menos defendemos el “statu-quo”,
somos comunidades y organizaciones de base que tenemos nuestros
sueños, que queremos una ladera para nosotros y no para los
turistas, un territorio donde se pueda vivir dignamente y en paz,
queremos no sólo infraestructura, sino también un desarrollo
social, donde las familias puedan tener un empleo digno, que los
niños se acuesten sin sentir hambre, que todas las personas más
pobres tengan acceso a los servicios públicos domiciliarios, que
podamos tener un buen servicio de salud las 24 horas al día, donde
no existan viviendas a las que se les entre el agua cada vez que
llueve y estén las familias con la incertidumbre que les vaya a
venir un barranco encima. Exigimos respeto de parte de la
administración y que paremos el ejercicio de criminalización de la
protesta, la alcaldía no debe temer al debate y a la crítica.
Frente al Jardín Circunvalar el
alcalde planteó: “…
la conectividad peatonal es muy importante y es cada vez un rasgo de
las ciudades más desarrolladas, por eso nosotros queremos mejorar y
articular la movilidad peatonal en esos sectores de la ciudad a
manera de las ciudades más desarrolladas del mundo”.
Lo que demuestra una vez más que este proyecto se inserta dentro de
las lógicas de internacionalización de la ciudad, a través de
medidas como el marketing urbano que propone vender la ciudad al
mejor postor, pero a su vez incrementar no sólo el costo del suelo,
sino también el costo de vida de las comunidades, por lo que
intuimos muchos de los habitantes van salir desplazados de estos
territorios, pero ya no por actores armados, sino un desplazamiento
forzado legal por parte del Estado, para la construcción de
infraestructuras que no satisfacen las necesidades básicas de la
población, sino que obedecen a interés de grupos políticos y
económicos de la región.
Finalmente frente al discurso hay que
llamar la atención, como el alcalde empieza sus intervenciones,
siempre refiriéndose al “yo
quiero”, lo cual
nos deja muy preocupados ya que pareciera que nos encontramos ante un
proyecto personal y no tanto colectivo. Además vale preguntarse,
¿Por qué existe tanto el interés en el tema de la movilidad limpia
en la ladera?, ¿Qué empresas o inversionistas privados estarán
detrás de todo esto?, ¿A quién le conviene más este tipo de
inversiones del municipio?, ¿Qué pasará con los habitantes
originarios cuando el precio del suelo se incremente pero su
situación socio económica permanezca igual?
Seguimos insistiendo con nuestra
propuesta: el eje transversal para el cinturón verde no puede ser un
jardín circunvalar, debe ser la gestión y mitigación del riesgo,
que permita el mejoramiento integral de los barrios (vivienda,
servicios públicos, equipamientos educativos y de salud) y por lo
tanto permita la permanencia de las comunidades de ladera en sus
territorios para seguir fortaleciendo nuestro proyecto de vida.
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