Sumergidos en un cuento de alumbrados llamado Naturaleza, Luz y Vida, lujito que le costó a EPM y usuarios alrededor de $12 mil millones de pesos ¿cómo se genera conciencia ecológica con 18,5 millones de bombillas -LED- que consumen injustificada y espectacularmente en 52 días la energía que requiere toda la ciudad en una hora? Estas, son de las pocas cifras que nos atañen, pues nos siguen aumentando de a poco la cuenta de servicios, si no hay como pagarla quedamos desconectados y sin poder prender ni un bombillo en la casa. Ya hemos tenido tensiones por la cuenta de teléfono tan alta, o porque nos cortaron el agua, y -si hay trabajo- por mucho que trabajemos, no alcanza para satisfacer la canasta familiar, donde la factura de servicios es de los mayores costos: Qué regalito tan caro, si subió el alumbrado público en algunos sectores hasta el 60%. Las familias de estratos bajos no pueden aguantar las altas tarifas, muchas desconectadas vuelven a utilizar velas y materias inflamables, o arriesgan la vida reconectándose mediante “fraude” o “contrabando”. Los/as niños/as no quieren más navidad sin luz, algunos rebuscan empleo en temporada navideña, y muchas madres cabeza de hogar hacen parte del grupo de las 300 mujeres que trabajan temporalmente en la instalación de alumbrados.
Por esto salimos unidos a protestar ¿por qué no? disfrutando un rato en estas calles de apariencia tan bonitas, llenas de personas sin techo. Bonita la luz si, pero ¿te digo una cosa Medellín? luces sin vida, es más vital la unión que necesitamos, la confianza en nuestras fuerzas, la movilización comunitaria y barrial autónoma sin depender de políticos ni instituciones; además la naturaleza es la que nos brinda este derroche de alumbrados. No olvidemos que en la subregión de embalses del Oriente Antioqueño desde fines de los 80's hay 5 centrales hidroeléctricas, entre ellas, de propiedad de EPM el complejo hidroeléctrico Guatape-Playas (420 y 201 MW) en San Rafael y elegido por la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI) como la obra de ingeniería más destacada del siglo XX; la central San Carlos de Isagen, la de mayor capacidad instalada en el país (1.240 MW); y más cerca, la Central Eléctrica Niquía y La Tasajera, que aprovechan el caudal del río Medellín. A mayor producción y menor distancia, menor costo, entonces deberíamos preguntarnos: si de nuestro paisaje montañoso que ya tiene poco olor a café y de sus aguas se podría satisfacer el derecho humano fundamental de energía y agua ¿Por qué nos niegan el acceso? Con los más de $60.000 millones de pesos gastados en alumbrados los últimos años se condonaría la deuda de más de 110.000 hogares desconectados en Medellín, incluidos los clientes prepago. Lo que hoy pretendemos, es una Política de Mínimo Vital de Agua Y Energia para los sectores populares, respaldados por sentencias como la T-717 de 2010 y la T-546 de 2009 que prohíben la desconexión donde hay menores de edad, personas enfermas y de la tercera edad.
Cuando nos encontramos con la prestación de Servicios Públicos Domiciliarios (SPD) por parte del Estado, se supone de forma equitativa y digna, pero cuando es por parte de grupos económicos locales e internacionales, el interés social es reemplazado por el interés económico, de modo que, a los prestadores de SPD no les interesa más que la ganancia con está segura inversión. Es deber de las administraciones velar por los intereses de las comunidades, lo cual no es realidad, ya que, logrando fallos amañados, han permitido que las multinacionales e inversionistas locales y/o internacionales impongan políticas económicas y de privatización, blinden sus inversiones con rentabilidades seguras a costa de las necesidades del usuario que termina pagando y engrosando las arcas de estos Monopolios disfrazados por la competividad. No de otra forma la administración sigue vulnerando el derecho, además, con cierto desinterés por solucionar el problemita: fijémonos en la joyita de agua y luz prepago con lo cual venden gota a gota y a muy altos costos nuestros recursos, lo que no soluciona nada, pues si se acaba la tarjeta y no se alcanzó a secar el arroz o a recoger para el aguadulce ¿qué hay?
Como esta administración ya no tiene ni rastro humano, ahora se pretende de ambientalista con su turismo de naturaleza, mientras, EPM sigue ahí, robándonos, exportando, y afilando sus intereses empresariales, los colmillos de un progreso armado de discordia que privatiza ríos, genera despoblamiento de zonas estratégicas aledañas a los embalses, impide a las comunidades rurales acceder a esas fuentes de agua y supuestamente por alto riesgo en los barrios de ladera, no se invierte en redes de SPD iniciadas comunitariamente en zonas que con buena inversión se estabilizarían.
El agua con que se produce energía, la servidumbre de las líneas de conexión, las empresas prestadoras de SPD, son de la comunidad como actor y sujeto de derechos, la cual es tenida en cuenta solo como un cliente más en la cadena productiva de los grupos económicos del país. Mientras EPM siga allí, en la bolsa de valores, cada vez más lejos de sus legítimos dueños –los usuarios y los trabajadores que aportaron a su fundación y crecimiento- los desconectados estaremos aquí en lucha por dignidad.
Vecin@ ¿Qué prefieres: luz en tu casa o en la playa?
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