Luego de ocho sesiones, se da por
terminado un nuevo ciclo de la Escuela Interbarrial, proceso formativo
coordinado desde la Mesa Interbarrial de Desconectados donde todos y
todas venimos a aprender y a enseñar, y que tiene como objetivo fortalecer los
diferentes procesos sociales, proponiendo la construcción colectiva de
conocimiento entre habitantes y comunidades de sectores populares, sobre las
dinámicas de ordenamiento territorial, la vivienda y los servicios públicos
domiciliarios, mediante ejercicios formativos que permiten visibilizar
alternativas de organización comunitaria en defensa del territorio y por una
vida digna.
La Escuela fue lanzada el 25 de agosto
en la comuna 13 en el marco del 6º Encuentro de Desconectados. En la primera
sesión realizada en Sintraintabaco se logró identificar los actores que inciden
en el ordenamiento territorial, luego visitamos Villatina donde entendimos que
las comunidades de los sectores populares somos los que construimos la ciudad.
También visitamos el barrio El Picacho en la comuna 6, donde conceptualizamos
lo que entendemos por la incidencia de las organizaciones en el ordenamiento.
Posteriormente estuvimos en Moravia
analizando lo mal que han sido implementados en Medellín los Planes de Regularización
y Legalización Urbanística en los asentamientos informales; seguidamente en
Bello Oriente estudiamos cómo se deben implementar los programas de
Mejoramiento Integral de Barrios y la falta de voluntad política de las
Administraciones para llevarlos a cabo. El 5 de octubre la Escuela se articula
a la realización del Festival de las Mujeres por el Agua en el barrio
Golondrinas, Comuna 8, donde sus más de 15.000 habitantes se encuentran sin
agua potable. Luego visitamos el barrio Popular 1 donde conversamos sobre el
acceso a los servicios públicos domiciliarios y como su prestación depende de
las cotas de nivel de los perímetros urbano y sanitario.
El cierre de la Escuela fue realizado el
19 de octubre en el barrio Carpinelo de la comuna 1, en el marco del 8º
Festival Comunitario por la Vida y la Dignidad,
donde una de las principales propuestas
planteadas es la necesidad de inversión social en las zonas catalogadas como de
alto riesgo, que hemos definido como de alto costo; donde surge la consigna: ¡No
al monorriel, Si a la mitigación del riesgo con garantía de permanencia de los
habitantes en los territorios!, ya que el monorriel no consulta las realidades
de los territorios y ese dinero debe invertirse mejor en la mitigación del
riesgo que es la principal necesidad de los asentamientos populares. Igualmente se planteó en esta Escuela la
necesidad de conocer más los territorios y sus problemáticas, además de
reconocer sus organizaciones y las propuestas que se han venido construyendo
comunitariamente.